Home Música Alternador Taylor Hawkins: el viajero en el tiempo de Foo Fighters
Taylor Hawkins: el viajero en el tiempo de Foo Fighters

Taylor Hawkins: el viajero en el tiempo de Foo Fighters

0
0

[vc_row][vc_column][vc_column_text]

Si hemos de creer en wikipedia, Taylor Hawkins recuerda ir al cine a ver King Kong, allá por 1976; el poder de la batería de Roger Taylor en We will rock you quedaría para siempre asociado en su mente a la fuerza de un  gorila gigante destruyendo la ciudad. Años después, el rubio baterista de Foo Fighters sigue proyectando la pasión que la música despierta en su vida; el sonido de esos primeros acercamientos a la música es evidente en Red Light Fever, segundo álbum de su proyecto Taylor Hawkins & the Coattail Riders.

Nos gustan los viajes en el tiempo, nos gusta la atmósfera que Red Light Fever consigue de la mano del alma setentera de Hawkins. La influencia de Queen se hace presente desde el principio con los coros de Not bad luck; una batería sólida, cambios de ritmo y la guitarra de Gannin Arnold complementan esta bienvenida.

[/vc_column_text][vc_video link=»https://www.youtube.com/watch?v=Zmhbcp8Zoug»][vc_column_text]

La participación de los invitados no pasa desapercibida. Si los coros del primer track no fueran suficientes para notar la admiración de Hawkins por la reina, el propio Roger Taylor presta su voz a Your shoes consiguiendo una mezcla que nos hace ir de los 70 a los 90 y de regreso, sin ningún descanso. Saltamos en nuestro lugar con las manos arriba al beat de Way down. La fiesta continúa con It’s over, un corte rockero con una intro que sabe a surf antes de cambiar el juego y alentar el paso, jugando con nuestras emociones mientras nos dejamos llevar por las notas y aplaudimos uno de los sólos de guitarra más interesantes del disco.

El bajo de Chris Chinney conduce sutilmente Hole in my shoe, una rola que para algunos, tal vez sin aceptarlo públicamente, nos lleva a una atmósfera al estilo de The Beatles. James Gang nos trae de regreso a un sonido post-grunge. En este punto, pareciera que no hay nada más que escuchar; el viaje tiene aún varias sorpresas.

Casi al terminar el viaje, Don’t have to speak nos da un descanso; la balada une la característica guitarra de Brian May a la emotiva voz del frontman, logrando que nuevamente los tracks de Queen vengan a nuestro cerebro. I can see it now y I don’t think I trust you anymore cierran la producción poniéndonos en sintonía con la actual banda de Hawkins, prácticamente estamos escuchando a Foo Fighters con un toque de lo-fi; Grohl compartiendo las tareas vocales ayudan bastante a este efecto.

La frase “nacido en la década incorrecta” podría parecer adecuada a un ser como Taylor Hawkins; la música de tiempos pasados que nos hizo saltar unos años atrás parecería confirmarlo, sin embargo, nuestros oídos necesitaban escucharlo en esta época; como un viajero en el tiempo, Hawkins vino para demostrar que el presente y el pasado se llevan bien cuando son mezclados con los acordes correctos.

[/vc_column_text][vc_raw_html]JTNDcCUyMGRpciUzRCUyMmx0ciUyMiUyMHN0eWxlJTNEJTIydGV4dC1hbGlnbiUzQSUyMGNlbnRlciUzQiUyMiUzRSU1QnNwb3RpZnlwbGF5YnV0dG9uJTIwcGxheSUzRCUyMmh0dHBzJTNBJTJGJTJGb3Blbi5zcG90aWZ5LmNvbSUyRmFsYnVtJTJGM1RwZHFBS3FjT2ozTGJxSDVvTjJ2byUzRnNpJTNEaG8wTmpISEhRZk9PV0laQWpaZUxSZyUyMiUyMHZpZXclM0QlMjJjb3ZlcmFydCUyMiUyMHNpemUlM0QlMjIwJTIyJTIwc2l6ZXR5cGUlM0QlMjJjb21wYWN0JTIyJTIwdGhlbWUlM0QlMjJ3aGl0ZSUyMiU1RCUzQyUyRnAlM0U=[/vc_raw_html][/vc_column][/vc_row]