Home Música Alternador El lado alternativo del papá de Miley Cyrus
El lado alternativo del papá de Miley Cyrus

El lado alternativo del papá de Miley Cyrus

0
0

En los últimos meses, Miley Cyrus y su extraña adolescencia tardía han acaparado los ojos y oídos de los medios en todo el mundo. Como era de esperarse, la figura paterna no ha escapado a toda esta vorágine; Billy Ray ha aparecido en incontables memes de internet, reconocido como el «padre del año» o en apócrifos anuncios de condones, con la frase «Lección aprendida». Hace algunos años, Cyrus intentó un proyecto de rock alternativo que no gozó de tanta fama, tal vez sería momento de volver a pensar en él, aunque sea sólo como terapia ocupacional.

Era 2009 y Billy Ray Cyrus decidió alejarse del mundo del country que lo había lanzado a la fama en los 80. En esa época, y bajo la sombra de los proyectos Disney de su hija, el intérprete de Achy Breaky Heart había recuperado parte de su popularidad y presencia en los reflectores; sin embargo, sus discos con sabor sureño no estaban triunfando como él lo esperaba; en ese momento, se creó Brother Clyde.

Uniendo fuerzas con las figuras del country Jeffrey Steele y Phil Vassar, y con el rockero inglés John Waite, Cyrus formó un proyecto que tomaría elementos del llamado rock alternativo de finales de la primera década de este milenio. Las agendas de los integrantes obstaculizaron el avance del grupo y el deseperado Billy Ray decidió cambiar de alineación, ingresando a la banda los menos conocidos Dave Henning, Dan Knight, Jamie Miller y Samantha Maloney, esta última, baterista de Hole y de Mötley Crüe.

Al escuchar el álbum por primera vez, es difícil separar la voz de Cyrus de su historia country; la música ayuda a vencer poco a poco esta barrera. El primer track fue también el único sencillo extraído de esta producción; Lately fusiona guitarras acústicas y eléctricas, con un tono melancólico y un ritmo lento que suena casi urbano. La participación del rapero King Phaze nos hace pensar que la banda fue influenciada por el sonido de artistas como Linkin Park.

Todo el tracklist está bañado de cierto aire nostálgico, incluso reflexivo. Slip away y Lie to me parecen dos partes de una misma canción; guitarras distorsionadas en los coros, voz a la vez áspera y melódica, cubierta de filtros, remiten a influencias llegadas directamente de los 90.

En Crawl encontramos la vibra más rockera del álbum; encontramos también arreglos de guitarra slide que insisten en recordarnos que el frontman no parece dispuesto a dar el salto definitivo en géneros y continúa anclado al sonido Nashville. Son of a gun ofrece una mayor diversidad y un ritmo más acelerado por momentos; el tono sigue siendo melancólico. Pareciera que Cyrus escribió estas canciones en un momento visceral de su vida, consiguiendo una grabación más dirigida a él mismo que a un público; el escaso éxito del mismo podría ser prueba de esa teoría.

Una rola muy interesante en este álbum es Alive; Trace Cyrus, hijo adoptivo de Billy Ray, colabora tanto en la autoría como en las voces y guitarras del track. Trace incursionó posteriormente en el mundo del rock pop adolescente como parte de Metro Station, proyecto gestado en las grabaciones de la serie Hanna Montana. Al parecer, todo el clan Cyrus tuvo su parte del pastel llamado Miley.

Cerrando el álbum, encontraremos dos pistas que nos demuestran que la sangre country de Billy Ray es mucho más fuerte que sus deseos de incursionar en otros géneros. The right time es un corte de rock pop con tintes sureños que tiene como invitada a Dolly Parton, ¿necesitamos decir más?. La última rola es una versión de I walk the line, con un cambio de ritmo que no deja de ser interesante pero seguro despertará instintos asesinos en los más acérrimos seguidores de Johnny Cash.

El disco no pasa de ser bueno, a secas. La producción no es nada mala, pero a los que llevamos un tramo recorrido en esta vida, nos cuesta mucho ubicar a Cyrus en un papel diferente al del vaquero fresa cantando la versión original de No rompas más; peor aún, a los más jóvenes les es difícil verlo como alguien más que el papá de una chica que hace twerking en el escenario y monta bolas de demolición desnuda. Sería interesante ver a Billy Ray retomar este proyecto con mayores recursos de promoción, paralelamente a su carrera en el country; de lo contrario, tal vez debería considerar en serio la opción de ser la imagen de alguna marca de preservativos; después de todo ¿qué puede salir mal?

Originalmente publicado en Radiológico.com.