A inicios de esta semana, el buen Christian Lejarazu tuvo el detalle de compartir un enlace a una canción desconocida para mí, al menos hasta ese momento; el joven Chris aseguró en su post que esta rola nos acompañará (y probablemente nos volverá locos) durante todo el 2014. Di clic en el vínculo con más ánimo de desafiar su teoría que de aficionarme al track; después de la repetición número seis, me di cuenta de que estaba perdido en la música de NONONO, aferrado a seguir escuchando una y otra vez Pumpin blood.
Los cuates mencionados vienen de la hermosa Suecia, cuna de ABBA, Ace of base, Roxette, The Cardigans y The Hives; así que ya tenemos una suerte de herencia musical pop salida del país escandinavo. Una ojeada a las listas independientes (hipsters, pues) más extrañas nos permitirán saber que un par de actos de indie pop han surgido de esa nación en los últimos años.
La pista es pegajosa como chicle al sol, basa la mitad de su encanto inicial en una melodía interpretada por silbidos (¿hay algo más cute y comercial que eso?); la voz, sin grandes adornos, natural, va de casi un susurro hasta…, vaya, la verdad es que no podemos llamarlo un grito, apenas un poco más de emoción e intensidad; en cuanto la escuchas, sabes que no te importa si NONONO es un trío (sí, lo es), una banda de guerra (no, eso no) o una solista con una computadora que hace música, lo que te importa es que te vas a enamorar perdidamente de Stina Wäppling, la vocalista (y eso no sólo aplica para el público masculino, creanme).
Obviamente, ya han empezado circular diferentes versiones de la rola, en su canal oficial de YouTube, la banda presenta una interpretación acústica y en su página, previo registro, es posible obtener una descarga gratuita de un remix realizado por The Jane Doze.
Por si fuera poco, hace unos meses, Intel presentó la campaña #lookinside, usando el track para sus audiovisuales, con lo que podemos pronosticar un efecto similar al que tuvo el año pasado Safe and sound de Capital Cities, otro gran tema independiente (irónica la etiqueta, ¿a poco no?).
Falta un camino por recorrer para averiguar si las predicciones de Lejarazu se cumplirán; mientras tanto, yo seguiré buscando aún más versiones de la rola para seguir saltando mientras doy play una y otra vez, sí, hasta hartarme.